Borrar
Viñedos en Peñafiel, esta semana de mediados de agosto.
El presidente de Ribera: «La propia vid se autorregula cuando sufre mucho calor en verano»

El presidente de Ribera: «La propia vid se autorregula cuando sufre mucho calor en verano»

El responsable del Consejo Regulador califica de «clave» el mes de septiembre para fijar la calidad de la recolección

AGAPITO OJOSNEGROS

Lunes, 29 de agosto 2016, 21:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El intenso calor de la pasada semana, que reparte un extra de grados centígrados por todo el país, no ha afectado afectado a la viña de Ribera del Duero. Es más, según ha explicado el presidente del Consejo Regulador ribereño, Enrique Pascual: «El calor nunca es malo para la uva en verano». Añade que, de momento, la meteorología de estos días es la habitual en la Ribera «lo que no sería normal es que hiciera frío».

Así, los estándares climatológicos estivales vienen marcados por altas temperaturas diurnas que luego descienden de manera considerable durante la noche. «Esta es una de las virtudes que tenemos en nuestra zona», lo cual, como refleja Pascual, es uno de los principales determinantes para que la uva emblema de la denominación de origen, la tempranillo, adquiera la gran calidad que alcanza tras finalizar su maduración.

El calor favorece al viñedo ribereño, «y cuando hace mucho durante muchos días» anota el presidente de la DO «la propia vid se regula y se para», algo que no ha sucedido, pues «de momento, tampoco son tantos días seguidos de calor. Si esta situación se mantuviese durante muchas jornadas, no sería lo más adecuado, pero de momento tampoco son muchas», reitera Pascual, quien, asimismo, reconoce que «preferiríamos algo menos de calor, pero este nunca es malo para la viña en esta época».

Ahora mismo, las uvas están «enverando a todo trapo»; es decir, que el verde de los racimos se va tornando al color tinto definitivo con el que serán cortados cuando llegue la vendimia, que, según el presidente ribereño de seguir todo según las previsiones, se desarrollará en plenitud en el mes de octubre, en torno a la festividad de la Virgen del Pilar, «en el periodo normal, el típico de la Ribera», suscribe. Aun así, sobre este aspecto, Pascual se muestra cauto, ya que lo que determinará el tiempo de recolección será el mes de septiembre; dependerá de cómo se presente este mes, al que Pascual califica de «clave».

Consultadas las estadísticas del propio Consejo Regulador con datos desde 1989, se aprecia cómo la vendimia en Ribera del Duero se desarrolla, principalmente, entre los meses de septiembre y octubre. Aunque, de forma muy puntual, también se ve cómo se puede extender hasta bien entrado noviembre, como sucedió en los años 1999 y 2002, cuando se dio por finalizada el día 17. La vendimia no es una ciencia exacta, y, a la vez, sí lo es, pues enólogos y responsables de campo controlan cada parcela para tomar la decisión de cosechar en el punto óptimo de maduración. Se puede hablar de una vendimia a la carta en pro de obtener la mejor calidad en los vinos. Preguntado por previsiones de cantidad y calidad, Enrique Pascual, como máximo representante del ente regulador, mantiene la cauta postura oficial de no adelantar cifras en cuanto a kilos de producción. En la cosecha pasada se recogieron 88.801.706 kilos en Ribera, batiéndose la marca de vendimia en esta zona vitivinícola un año antes (en 2014) con 122.324.673 kilos. Respecto a la calidad: «Si acompaña un poco el tiempo: tiene que ser muy buena».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios