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La Policía evita una reyerta entre clanes de Medina enfrentados por un destierro

Una familia impidió que un pariente de los implicados en un tiroteo de hace cinco años regresara a la villa

J. Sanz

Jueves, 23 de octubre 2014, 10:25

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Un inoportuno paseo por el entorno en el que viven la mayoría de los integrantes del clan rival al que pertenece la pareja su familia fue desterrada de por vida del municipio a cuenta de un tiroteo hace cinco años estuvo a punto de desencadenar una reyerta a última hora de la mañana de ayer en el entorno de la calle Zamora de Medina del Campo. La rápida intervención de los agentes de la Policía Nacional impidió que el desigual encontronazo fuera a más que unas carreras y un reguero de insultos, gritos y amenazas verbales entre el grupo de agresores y el principal destinatario de los mismos un familiar directo y su mujer.

Los hechos se produjeron minutos antes de las once de la mañana y vinieron a ser una réplica de un enfrentamiento a tiros registrado en este mismo entorno durante las fiestas de San Antolín de hace cinco años. Aquel incidente entre dos familias gitanas afincadas en las viviendas sociales de esta barriada se saldó con un herido de bala en una pierna y con la familia del autor material del disparo desterrada de por vida de la localidad conforme al arreglo de los mediadores gitanos.

Solo un ataque de nervios

Aquel encontronazo entre las familias que ayer volvieron a verse las caras en el mismo escenario surgió al acusar una de ellas, la que continúa afincada en Medina, a la otra los desterrados de haber introducida el tráfico de drogas en el barrio.

Sea como fuere, lo cierto es que un integrante de la familia desterrada entonces de Medina del Campo oriunda de Madrid y su mujer, natural del municipio, fueron reconocidos de inmediato por algunos miembros del clan rival cuando pasaban por la calle José Zorrilla (cercana a la calle Zamora) y enseguida se produjo el encontronazo. Eso a pesar de que, según destacaron ayer fuentes policiales, nada tiene que ver con el tiroteo más allá de sus lazos de sangre con el presunto autor.

Enseguida salieron tras él un sinfín de familiares del clan que continuó afincado en la localidad y se sucedieron las carreras y los insultos en las inmediaciones de las viviendas sociales. Los propios visitantes alertaron al 112 a las 10:56 horas de que un grupo de personas les estaban «amenazando e intentando agredir» en la confluencia de las calles Zamora y José Zorrilla. Así que al lugar de los hechos llegaron enseguida las primeras patrullas del 091 a tiempo de mediar en la previsible reyerta.

Solo la mujer del desterrado fue atendida por un ataque de nervios y recibió el alta médica allí mismo. Los agentes se llevaron después lejos de la barriada al matrimonio para evitar, por ahora, más enfrentamientos.

Fuentes de la comunidad gitana explicaron ayer que el arreglo alcanzado hace cinco años implicaba el destierro de por vida de la familia de la pareja que ayer intentó regresar a la villa. El clan rival, añadieron, «impidió su vuelta ante el temor de que pudieran retornar más allegados y retomaran la venta de drogas».

Los hechos, policialmente hablando, se quedaron ahí ante la ausencia de denuncias y de heridos en la trifulca entre los integrantes de las dos familias medinenses enfrentadas, a tenor de lo ocurrido ayer, de por vida desde hace ya un lustro.

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