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Algunos motoristas abandonan la zona de acampada de La Leyenda Continúa, este domingo por la mañana.
La Leyenda Continúa apaga las últimas hogueras

La Leyenda Continúa apaga las últimas hogueras

La organización de la concentración motera centrada en Cantalejo cifra en unos 7.000 los participantes inscritos y defiende el encuentro como el «que guarda la auténtica esencia» de estas citas

César Blanco Elipe

Domingo, 15 de enero 2017, 16:05

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«¡Hemos sido algo más que cuatro amigos!» Así, con una pulla cargada de ironía, caldeaba este domingo de crudo invierno Mariano Parellada la despedida de los moteros. Las decenas de moteros que todavía aguantaban en la zona de acampada han estallado en un sonoro aplauso y vítores al promotor, que se acordaba de esta forma de quienes habían ninguneado el tirón y el atractivo de La Leyenda Continúa frente a otras marcas de concentraciones moteras vecinas con más kilómetros de rodaje, nombre e historia.

No se trata de rivalizar con Valladolid, precisaba el alcalde de Cantalejo, municipio anfitrión junto a los pueblos amigos de Turégano, Sepúlveda, San Pedro de Gaíllos y Cuéllar. Máximo San Macario sabe que con solo dos años de vida y con una prácticamente inexistente cobertura nacional en lo que a medios de comunicación se refiere, salvo en los foros especializados eso sí, el encuentro segoviano no puede echar un pulso a la fama de ganada por Pingüinos en lo que a volumen de participación se refiere.

Aún así, la organización cifra en unas 7.000 las inscripciones logradas a lo largo de los tres días de concentración. La Leyenda Continúa ha multiplicado la asistencia de aficionados con respecto a su debut, hace ahora doce meses. Parellada y su equipo, así como el Ayuntamiento de Cantalejo califican la respuesta de «éxito». Y no solo en lo cuantitativo. Los promotores van a ondear la bandera de la autenticidad como principal valor de la Leyenda Continúa.

Ha quedado claro después de escuchar a Parellada, a colaboradores, al propio alcalde de Cantalejo y muchos de los moteros que empaquetaban sus enseres para enfilar el camino de vuelta a sus lugares de procedencia. «La Leyenda Continúa ha recuperado la motivación auténtica y enarbola la esencia de las concentraciones invernales, con su pinar, sus hogueras, con una convivencia total», resumía Mariano Parellada. «La organización ha dado el callo», proseguía en su balance a los tres días que se ha alargado el encuentro motero segoviano.

La Leyenda Continúa y sus fieles se arrogan el espíritu, la épica, la camaradería, la filosofía, la liturgia, la escenografía y, en definitiva, la autenticidad de los encuentros moteros de invierno. Las manifestaciones de unos y otros concluyen que esa va a ser su seña de identidad frente a otras citas y el estandarte a ondear para atraer a los aficionados foráneos. Precisamente, este año la organización se ha mostrado «gratamente sorprendida» por la cantidad de matrículas extranjeras que han acudido a Cantalejo. En especial, franceses, italianos y portugueses, aunque en la lista de inscripciones también han figurado apasionados de las dos ruedas procedentes de Bélgica, Holanda o Alemania.

Pero el récord, sin duda, de asfalto recorrido hasta Cantalejo se lo lleva el surcoreano Soonki Lee. Más de 35.000 marcaba el cuentakilómetros de su montura. Su escala en la concentración ha sido uno de los momentos más vitoreados y jaleados en la fría mañana dominical.

A mejorar

¿Cuestiones a mejorar? Haberlas, haylas. El alcalde de Cantalejo cita, por ejemplo, el acopio de madera. El Ayuntamiento briquero ha suministrado a los aficionados que han acampado durante estas jornadas cien toneladas de leña; sin embargo era una madera muy seca, muy buena, que ha prendido muy rápido. Esto ha hecho que a veces las fogatas se consumieran antes de lo deseado con temperaturas bajo cero. Quizás también quede en el debe la instalación de más aseos. Pero es el segundo año, recuerda San Macario, y La Leyenda Continúa no ha hecho más que empezar a andar. «Estas cosas se irán puliendo», apostilla.

«Este proyecto no está pensado para un año ni para dos, sino que es un proyecto de futuro y con voluntad de permanencia», añade el responsable de la cita. Que la gente regrese contenta y satisfecha con la experiencia vivida y con las instalaciones habilitadas es «un punto de partida para que se extienda una marea de aceptación», confía Parellada.

Lo cierto es que los impulsores de la concentración han sacado pecho este domingo ante una respuesta que ha rondado las mejores expectativas barajadas en los preparativos. Además, «el ambiente ha sido estupendo, si me tengo que guiar por sensaciones», subraya el regidor cantalejano, quien de momento prefiere huir de los números que invitan a hacer comparaciones, que a su vez pueden derivar en conclusiones confusas y engañosas si se trata de poner al otro lado del espejo a Pingüinos.

La satisfacción que se llevan de recuerdo los participantes en sus monturas es la mejor de las recompensas, además del impacto económico en los alojamientos y la hostelería de la zona, que han estado llenos este fin de semana.

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