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Uno de los grabados de la edición de ''Calila e Dimna', del XVI.
Los cuentos que cautivaron a Alfonso X

Los cuentos que cautivaron a Alfonso X

El escritor y académico leonés José María Merino hace la primera edición íntegra en castellano contemporáneo de ‘Calila y Dimna’ , «la pieza inaugural de la literatura española»

Victoria M. Niño

Lunes, 29 de febrero 2016, 10:27

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«Desde que era niño en mi casa había un libro titulado Cuentos viejos de la vieja España (Aguilar) que tenía unos relatos preciosos de autores antiguos, entre ellos, un puñado de los de Calila e Dimna, en un castellano inteligible. Pasaron los años y aquel era un libro que resultaba impenetrable en un 80% para los lectores de hoy». Quien habla es el escritor y académico José María Merino. Hace tres años se propuso acercar esta obra a sus coetáneos y ahora publica la primera versión completa en español actual en la editorial Páginas de Espuma.

«Era una pena que esta pieza inaugural de la literatura española de mediados del siglo XIIIno se pudiera leer más que por especialistas o en cuentos extractados para escolares». Así que cuando tuvo el tiempo y la tranquilidad necesaria, el narrador leonés se puso a ello. Eligió la edición que dormía en la biblioteca de la Real Academia Española. «Tiene unos grabados deliciosos que le dan cierto aire de novela gráfica». El Exemplario contra los engaños y peligros del mundo es el Calila e Dimna que aparece en el índice de las obras literarias medievales españolas. Se trata de una colección de cuentos que buscan educar a un príncipe a través de fábulas.

«La fábula es un recurso universal presente en casi todas las culturas. Lo difícil es que una fábula tan venerable que viene del texto indio Panchatantra, siga conmoviendo e interesando porque lo que cuenta es la vida misma. Habla de intrigas políticas, de la deslealtad, del enfrentamiento de grupos, todo esto está vigente hoy. Eso es lo fascinante», explica Merino. Este libro fue traducido al persa, luego al árabe, vertido al latín y finalmente al castellano por la fascinación que produjo a Alfonso X el Sabio.

Precedente de los pícaros

«En España hemos tenido la suerte de recibir la influencia de muchas culturas. No sabemos muy bien de dónde venimos. Por aquí pasó la cultura judía, la árabe, la grecolatina. A través del Camino de Santiago llegó la influencia del norte de Europa. Todo ello fraguó en cosas tan interesantes como La Celestina, El Quijote o La vida es sueño. Olvidamos a veces que esto fue un crisol de culturas», advierte.

Merino, cuentista con una decena de libros de relatos, asegura estar «deslumbrado» por este libro no «solo por las historias que cuenta, sino por cómo lo hace. Comienza con un juego metaliterario del inteligente traductor árabe, que en el prólogo expone ya esa manera de ejemplificar con cuentos. Es la primera vuelta de tuerca del libro. Después por la redondez, va metiendo una historia en otra pero deja un hilo al lector, nunca se pierde. Técnicamente me encanta cómo está resuelto. Luego, por lo que dice y el dibujo psicológico de los personajes, la gracia con la que les caracteriza. Sirva de ejemplo Del rey Sederano, de su ministro Belet y de su mujer Helbed». Considera Merino Calila yDimna el precedente de nuestro pícaros e incluso de lo que «luego hemos dado en llamar microrrelato. Ya aparecen aquí».

El autor de Las visiones de Lucrecia ha trabajado en antologías de relatos como Leyendas españolas de todos los tiempos (Una memoria soñada) (Siruela) o Cien años de cuentos (1898-1998). Antología del cuento español en castellano (Alfaguara). «En este caso he entrado con mi cultura de escritor y de lector, pero no soy un erudito medievalista. He buscado que lo entienda el lector del siglo XXI pero sin que quede en el fondo la música antigua, que no perdiera el sabor».

Antecedente de Samaniego y de las fábulas moralizantes ilustradas, «aquí los animales hablan desde la perspectiva humana. Si lees fábulas clásicas se intentan acomodar al espíritu moderno. Sin embargo, en estas primitivas, se ve desde el primer momento que son seres humanos. Hablan de la templanza, de los comportamientos saludables, de qué significa la amistad, de cómo la ambición te puede perder pero nada que no se trata en los dibujos animados de hoy con personajes como Bob Esponja, o Disney. La fábula sigue inserta en nuestra cultura».

Se siguen utilizando en la escuela pero cada reforma educativa minimiza un poco más la literatura. «Estamos dando un salto mortal, dice Merino. Si no nos replanteamos el papel de la literatura en la educación, vamos por un camino peligroso. Las ficciones han sido las que han formado al ser humano antes incluso de la letra escrita, de la filosofía o la ciencia. El planteamiento educativo de eliminar la lectura y la escritura, el hecho de que en la habitación de los niños haya un televisor y no cuentos, es una locura». Ylo proyecta al futuro. «No me atrevo a pensar que se pasará pasado mañana por la vía de una educación que renuncia a la ficción. Es esta la que nos lleva a lo más profundo del espíritu humano. Nada ha estudiado tanto al hombre como la ficción y eso no puede ser reemplazado por un juego de ordenador. Cuando voy a institutos les prevengo a los chavales de la pérdida de léxico, si os quedáis sin palabras, estáis indefensos».

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